viernes, 31 de octubre de 2008

sobre el lenguaje políticamente correcto

Vamos a estrenar el blog siendo un poco incorrectos. Esta mañana he podido leer esto en mi mesa cojea:


CORRECTO

–Partes son ésas –respondió el del Bosque– no sólo para ser condesa, sino para ser ninfa del verde bosque. ¡Oh hideputa, puta, y qué rejo debe de tener la bellaca!

MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA. “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha"
Lo malo de ser un varón blanco heterosexual de metro ochenta con las facultades mentales dentro de la media es que no puedes decir absolutamente nada gracioso sobre una enana negra lesbiana con síndrome de Down sin que el grueso de la población mundial se te eche encima. A este fascinante mecanismo de control social se le denomina “corrección política”.

La corrección política ha conseguido que los libros de estilo de los periódicos sean actualizados con más frecuencia que los antivirus. Un buen día, por ejemplo, los paralíticos dejaron de ser paralíticos para ser inválidos. Entonces a alguien le pareció que inválido era una palabra horrible y dejaron de ser inválidos para ser minusválidos. Pero el minus le sentó mal a alguien, y pasaron a ser personas con movilidad reducida, que es lo que son ahora hasta que algún gilipollas diga: “¿Reducida? ¡¿Cómo que reducida?!”

... si quieres, puedes continuar la lectura en la web de su autor.

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